Muchas veces, escoger una botella de vino puede ser complicado. Sobre todo para aquellos de nosotros que no estamos muy informados sobre el tema, a la hora de elegir un vino, nuestra elección se basa principalmente en la etiqueta. De hecho, según la encuesta de wine.net en la que participaron 2.000 personas, cuando se les pidió que escogieran entre 3 botellas de vino solamente mostrándoles una imagen, el 80% constató que su decisión se basaba en la etiqueta.
Ha habido un cambio sorprendente en los últimos años en lo que refiere al diseño de etiquetas de vino. Antes solían mantener un estilo clásico francés y elegante, con composiciones mayoritariamente tipográficas que a veces incorporaban sellos o grabados. Sin embargo, a día de hoy existen infinitas posibilidades para hacer que tu vino destaque entre la competencia y llame la atención de los consumidores. Pero no sólo eso; es clave presentar tu vino con sus mejores galas y explicar una historia para atrapar a la audiencia y lograr que les apetezca probarlo.
¿Cuál es la tendencia ahora?
Aunque el dilema radica entre optar por un estilo clásico o moderno, las bodegas son cada vez más experimentales y atrevidas. Por eso, podemos adaptar el diseño a la imagen que los productores de vino quieran transmitir con un enfoque creativo.
Los clásicos
Muchos productores de vino quieren seguir presentándose con un estilo vintage, tradicional y clásico, con el objetivo de transmitir elegancia y alta calidad. Para esto, podemos usar una tipografía manual, ilustraciones sencillas y letras creadas mediante estampación o láminas doradas. Todos estos elementos harán que la botella presente un estilo selecto y fino.
Los modernos
Si lo que buscamos es captar la atención de nuestros consumidores con solo un vistazo, quizá es interesante valorar la opción de una etiqueta moderna. Elementos gráficos, formas abstractas o asimétricas y tipografías contemporáneas harán que tu botella no pase desapercibida. Al ser un concepto inesperado, se puede conseguir que los amantes del vino se interesen por un nuevo producto o renueven el interés por una marca que ya conocían.
El vino tiene un gran valor cultural que le ha otorgado el estatus de objeto de culto a las botellas gracias a su etiqueta. Por ese motivo, ésta se convierte en un elemento clave de gran poder que puede marcar la diferencia en la reputación y las ventas de la marca. En este contexto, la ilustración se convierte en una gran aliada, puesto que ofrece soluciones para cualquier necesidad. Si te interesa nuestro trabajo y necesitas una agencia que diseñe la etiqueta de tu próximo producto estrella, ¡no dudes en contactarnos!